En este programa número 62 de Alegría Literaria, nuestro compañero Ariel Cóceres nos trae, desde Villa Escolar (Formosa, Argentina) esta obra que ha sido versiona y re-versionada en diversas manifestaciones artísticas.
Además escucharemos poemas y canciones que homenajean o que hacen mención al titán griego.
Estatua de Prometeo en Sochi, lugar del encadenaniento
En este programa número 53 de Alegría Literaria, hablamos un poco sobre el escritor vasco Joseba Sarrionandia y os compatimos tres relatos y un poema suyo, además de poemas musicalizados.
En este programa número 161 de La Alegre Corchea Libertaria, queremos felicitar el cumpleaños a Amancio Prada, compositor y cantante nacido en Dehesas (León) el 3 de febrero de 1949.
Amancio Prada, compositor y cantante nacido en Dehesas (León), allá por las tierras de El Bierzo, el 3 de febrero de 1949, es reconocido por su exquisita sensibilidad que es, a la vez, comprometida, comprometedora y revolucionaria, que reivindica la belleza como necesidad para la realización del amor, de la paz y de la libertad.
Terminado el bachillerato, Amancio inició la carrera de Dirección de Empresas Agrícolas en la Universidad de Valladolid, ciudad en la que, además de estudiar, comenzó a tocar el piano, compuso sus primeras canciones y trabajó como vocalista de una orquesta llamada «Juventud», que recorría los pueblos cercanos amenizando las fiestas patronales.
Fue en aquel ambiente urbano y universitario donde la sensibilidad natural y primaria de Amancio se transformó en una profunda sensibilidad social cada vez más comprometida en gestos de rebeldía, como lo fue, por ejemplo, tomar la decisión de marcharse a Paris, en 1969, a la búsqueda y al encuentro de lo que se hace llamar «libertad», y que nunca sabemos por qué senderos y hacia qué horizontes puede conducirnos.
Nada más llegar a París, empezó a dar pequeños recitales en algunos centros de emigrantes y casas de cultura, y actuó junto con Paco Ibáñez, Xabier Ribalta y Miro Casabella, en el Festival de la Nueva Canción de los Pueblos Ibéricos, que se celebró, en diciembre de 1969, en el Palais de la Mutualité.
Amancio Prada (tomada de la web Canción con todos)
A partir de aquel momento, Amancio, aunque había compuesto algunas canciones con textos propios, resolvió centrar su actividad creadora en la musicalización e interpretación –en castellano y en gallego– de textos de poetas contemporáneos como Rosalía de Castro, Miguel Hernández o Nicolás Guillén.
En 1973, entró en contacto con Georges Brassens, con el que compartió una serie de recitales celebrados en diversos teatros y universidades, además de centros de emigrantes españoles. Al año siguiente grabó su primer disco, «Vida e Morte».
A partir de volver a España y ubicarse en Segovia, además de continuar con la musicalización de poemas de Rosalía de Castro y coplas y canciones populares gallegas. La otra creación segoviana de Amancio Prada fue «Cántico Espiritual» de San Juan de la Cruz, una obra de gran complejidad a la que dedicó varios años.
A partir de 1979, Amancio decidió empezar a componer canciones sobre poemas de autores como Juan de la Enzina, Agustín García Calvo, Antonio Machado, Tagore, Miguel Hernández, Isabel Escudero, Carmen Martín Gaite, Federico García Lorca y más.
Amancio Prada Chicho Sanchez Ferlosio y Agustin Garcia Calvo en el Colegio Universitario de Zamora 1978 (fotografia de Pablo Sorozabal, tomada de la web de la Editorial Lucina).
Antes, en 1978, canta en Zamora junto a Chicho Sánchez Ferlosio y Agustín García Calvo, recital que se repetiría a finales de 1982 en un muy recordado concierto en el Teatro Español. La amistad entre Amancio, Chicho y Agustín se prolongará hasta el fallecimiento primero de Chicho y después de Agustín (fue Agustín quien le enseñó la música de Chicho a Amancio, en París a principios de los 70). A Agustín le dedicó su álbum, «Canciones y soliloquios», en 1983, además de estar presente en varios discos y, por supuesto, en sus recitales. A Chicho dedicó el disco que escucharemos en este programa: «Hasta Otro Día, Chicho Sánchez Ferlosio» (2005).
«La canción, como la poesía, es semilla, antes que fruto».
Amancio Prada
Durante un tiempo Manuel Vicent y Amancio trabajaron conjuntamente en un taller literario al que llamaron «Taller de columnas y canciones», en el que, tras la selección de ocho de las columnas escritas en prosa por Vicent, crearon ocho canciones que venían a glosar, en lenguaje poético y musical, el mismo contenido o la misma trama argumental.
En 2010 publica tres libro-discos: «Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique», «Emboscados» y «Cántico espiritual y otras canciones de San Juan de la Cruz». Trabaja en la traducción de canciones de Léo Ferré y en 2007 le dedica su siguiente disco-libro, «Vida de artista». Además de otros discos, siempre sensibles y complejos, destacan cuatro discos más de sus últimos años: «Canciones de Agustín García Calvo. Libre te quiero» (2013); «Resonancias de Rosalía» (2014), «La voz descalza, Teresa de Jesús» (2015) y el libro-disco dedicado a Gustavo Adolfo Bécquer (2020).
Tras la presentación, escucharemos su disco «Hasta Otro Día, Chicho Sánchez Ferlosio», publicado en 2005 en homenaje a su gran amigo Chicho, que falleció en 2003. Así presenta Amancio este disco:
Este disco es el fruto de mi amistad con Chicho, y a él está dedicado, al cantor con más gracia y talento que he conocido. Algunas de sus canciones se hicieron muy populares en los años sesenta y la gente las cantaba pensando que eran “anónimas”, ese estado de gracia de una fama superior. No puede aspirar un autor a mayor gloria. Él sólo llegó a publicar un LP, en 1978: “A contratiempo”.
Las canciones interpretadas en este disco representan una pequeña parte de su amplio repertorio. La mayoría tienen música y letra suya; otras las compuso sobre poemas de Agustín García Calvo; a “La vecina” le puse yo música hace años; también hay cuatro tradicionales, que él me enseñó, adaptadas a mi manera. De una forma o de otra, todas son de Chicho Sánchez Ferlosio. Forman la huella sonora que ha dejado en mi vida y en la de tantos amigos: su memoria.
Amancio Prada
Estos son los temas que lo componen y que podréis escuchar tras la presentación:
01.- El Cantar Tiene Sentido 02.- Don Din 03.- Pa La Sangre 04.- Dulce Vino De Olvido 05.- La Vecina 06.- Por El Camino Viene 07.- Si Las Cosas No Fueran 08.- Baraka 09.- A Tocchi A Tocchi 10.- Ladinadaina 11.- Permítame Usted Que Hable 12.- Brave Marin 13.- Hoy No Me Levanto Yo 14.- Tú, Cuya Mano 15.- Villancico Laico Gitano 16.- Guambrita 17.- Cárcel Por Dentro 18.- Pena De Muerte 19.- El Mundo Que Yo No Viva
Este programa número 30 de Alegría Literaria, de nuestra radio libre online Alegría Libertaria, está dedicado a la poesía de Juan L. Ortiz, poeta entrerriano, cuya obra va a provocar un cambio duradero en la historia de la poesía argentina. Escucharemos en la voz de Virginia Noelí Barré, que nos lo cuenta desde Rosario (Argentina).
Todos aquí. Juan L. Ortiz (extraído de Obra Completa)
Tras la presentación/ensayo que da título a este programa, se leerán algunos poemas de Ortiz, reunidos en la Obra Completa editada por la Universidad Nacional del Litoral (Santa Fe). Además, escucharemos también poemas musicalizados, pertenecientes al disco «Luz de agua/Poemas de Juan L. Ortiz-Canciones», con música de Sebastián Macchi, junto a Claudio Bolzani en voz y guitarra, Fernando Silva en violoncello y berimbao, y Carlos Aguirre en percusión.
Este programa, y esto va a ser una sorpresa para Vir, está intimamente entrelazado al que vamos a emitir la semana que viene sobre Salvadora Medina Onrubia.
He aquí un muchacho criollo, valeroso y temerario, que sintiéndose artista y queriendo triunfar, abandona Entre Ríos, su provincia natal, y sin más patrimonio que una delirante fe en sí mismo, se viene a Buenos Aires a vivir… ¿A vivir de qué? A vivir, ¡qué ironía!, de sus dibujos y de sus poesías. No teniendo dinero, sale del Paraná. Primero, a caballo; en seguida a pie; luego a nado, y por fin, en bote… Y así pudo llegar a Buenos Aires. Se llama Juan Ortiz. Es un muchacho triste, está solo, pero es de los que llegan…».
Salvadora Medina Onrubia sobre Juan Ortiz. Revista Fray Mocho N° 97, del 06 de marzo de 1914
Juan L. Ortiz
Juan L. Ruiz. Obra Completa.
Juan Laurentino Ortiz nació el 11 de junio de 1896 en Puerto Ruíz, cerca de Gualeguay (Entre Ríos), ciudad donde vivirá hasta 1942 cuando se muda a Paraná. Salvo distintas «escapadas» a Buenos Aires y una breve visita a China y otros países socialistas en 1957, no quiso abandonar su provincia de Entre Ríos. Murió el 2 de septiembre de 1978.
Juan L. Ortiz escribió un único libro: En el aura del sauce. Fue editado en vida del poeta por la Editorial de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil de la ciudad de Rosario en 1970 dentro de su colección «Homenaje», y está compuesto por trece libros. Diez que habían sido publicados individualmente por Ortiz en pequeñas y personales ediciones: El agua y la noche (1933), El alba sube… (1937), El ángel inclinado (1938), La rama hacia el este (1940), El álamo y el viento (1948), El aire conmovido (1949), La mano infinita (1951), La brisa profunda (1954), El alma y las colinas (1956), De las raíces y del cielo (1958); y tres publicaciones por primera vez en la edición Vigil: El junco y la corriente, El Gualeguay y La orilla que se abisma.
En «Notas autobiográficas», fechadas en mayo de 1978, Ortiz nos devuelve su propia historia poética, donde lo personal, en todo caso, quedará reservado en la historia de la amistad y de la ilusión de los amigos.
«Soy un hombre sin biografía, en el sentido en que ésta generalmente se considera. Pero han sido decisivas en mi vida mi infancia campesina (Villaguay),mi escapada a Buenos Aires a los 17 años con el encuentro allí de Juan Ramón, y luego la soledad estudiosa y contemplativa de Gualeguay (mi pueblo de nacimiento) frente a un paisaje que se diría hecho para poetas bucólicos, pero que no lograba alejarme de los problemas angustiosos, esenciales, del tiempo, ni me impidió enamorarme fuertemente de la mujer que es mi compañera dilecta. Influyó también en mi desarrollo espiritual mi amistad con Mastronardi, quien me hacía gentilmente don de sus más delicadas experiencias poéticas (…)».
Juan L. Ortiz
«¿Referencias concretas de mi vida? Permítaseme que no les dé ninguna importancia. Apenas si los años y el estudio y la experiencia, sobre todo la experiencia, la experiencia poética, la experiencia humana, la experiencia íntima, me han permitido dar algún esbozo de forma a mis reacciones frente al mundo, frente a las cosas, frente al paisaje con todos los elementos que lo constituyen, ambicionando para la poesía la mayor flexibilidad de movimientos y la mayor amplitud de sentido (…).
Pienso que apenas si somos agentes de una voluntad de expresión y de ritmo que está en la vida, en la vida de todos, en la vida del mundo y de las cosas y que, si conforme a ello, aumenta nuestra responsabilidad, no cuenta en cambio, no debe contar, todo lo que atañe a nuestros éxitos, bien pequeños, por cierto, con respecto a las posibilidades infinitas y de varia índole que existen. La poesía no pertenece a nadie o es de todos. De aquí que debamos hacer todo lo posible para crear las condiciones necesarias para que todos la sientan, o mejor, para que todos puedan vivirla en todos los momentos, como que todos los momentos tienen su ritmo. Lo que significa colaborar en la transformación del mundo, en el cambio de la vida. (…) Esto, desde luego, sin cerrar la sensibilidad a ningún mensaje poético, venga de donde venga, siempre que haya respondido a una íntima necesidad, que sea auténtico, en una palabra».
Juan L. Ortiz (1996:1102-1103)
Paco URONDO, Juan L. ORTIZ, Rodolfo ALONSO y Hugo GOLA
CRÉDITOS
Sintonía: Literatura de cordel – Francisco Diniz
POEMAS
Juan L. Ortiz (1996) Obra completa, Centro de Publicaciones, Universidad Nacional del Litoral: Santa Fe, Argentina. Luz de agua. Poemas de Juan L Ortiz. Canciones. Disco de Sebastián Macchi, con Claudio Bolzani en voz y guitarra, Fernando Silva en violoncello y berimbao, y Carlos Aguirre en percusión.