Salvadora Medina Onrubia, la anarquista que plantó cara a tres presidentes

En este programa número 31 de Alegría Literaria, de nuestra radio libre online Alegría Libertaria, os contamos algunas cosas sobre Salvadora Medina Onrubia, narradora, poeta, anarquista y feminista, hija de una andaluza emigrada. Además, podréis escuchar algunas de sus experiencias vitales ficcionadas en relatos cortos.

Salvadora Medina Onrubia (23 de marzo de 1894, La Plata, provincia de Buenos Aires – 21 de julio de 1972, Ciudad de Buenos Aires) fue una narradora, poeta, anarquista y feminista, hija de una andaluza emigrada.

A los 15 años abrazó la causa del joven anarquista llegado de Rusia, Simón Radowitzky.​ Luego de que este atentara contra el jefe de policía de la Capital Federal, Ramón Falcón, responsable de la matanza de la Semana Roja, comenzó una amistad con él por correspondencia. Financió dos intentos de fuga​ y luego realizó gestiones ante el presidente Hipólito Yrigoyen para que lo indultaran.

En febrero de 1912, un mes antes de cumplir 18 años, nació su primer hijo, Carlos «Pitón».

En 1913, comenzó su actividad literaria en Gualeguay y en medios de Buenos Aires, como la revista Fray Mocho. A mediados de ese año se mudó de Entre Ríos a la Ciudad de Buenos Aires y comenzó a trabajar en el diario anarquista La Protesta. Al poco tiempo conoció a Natalio Botana, un joven periodista que colaboraba en la revista P.B.T. Natalio dio su apellido al hijo de Salvadora y juntos tuvieron tres hijos más.

Fue colaboradora de La Protesta, Fray Mocho y del diario Crítica (que dirigió entre 1946 y 1951, después de la muerte de Natalio).

Natalio, con solo 25 años y dinero ganado en una mesa de poker, funda en 1913 el diario Crítica, creando las bases del periodismo moderno. Sus principales detractores, entre los sectores nacionalistas, anticomunistas y antianarquistas de la infame década del 30, no solo esgrimieron motivos ideológicos para tratar de desprestigiar esta publicación, ya que Crítica denunció la aplicación de torturas a los presos políticos durante la dictadura de Uriburu, sino también motivos personales: sobre todo por su imparable ascenso social y por romper las nomas sociales, como casarse después de tener a sus hijos, o por pagar salarios demasiado altos, o por la excesiva independencia de Salvadora.

Natalio, Salvadora y Carlos

En 1931, José Felix Uriburu clausuró el diario Crítica y encarceló al matrimonio. Un grupo de intelectuales solicitaron a Uriburu su «magnanimidad» por su «triple condición de mujer, poeta y madre». Pero ella no estuvo de acuerdo con este pedido y desde la cárcel manifestó su desprecio a Uriburu con una carta, que vamos a escuchar en la voz de Luisa Kuliok.

“Quiero deciros que si soy anarquista no lo soy por acoso, ni porque al camino me haya empujado nadie. Lo soy porque llevo la justicia y la verdad en la carne y en el alma, porque he nacido anarquista como se nace genio, como se nace imbécil o como se nace rico”.

Salvadora Medina Onrubia (La Protesta)
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